La soledad del cuidador es extraña, como cuidadora sabes que debes estar en todo momento con la persona que cuidas ya que esa persona depende de ti para todo, o sea que “técnicamente” nunca estás sola.

Sin embargo, TODA persona que es cuidadora estará de acuerdo conmigo en lo SOLO que uno se siente.

La soledad del cuidador es dolorosa, se siente como si vivieras dentro de una burbuja en la que puedes ver a través del cristal lo que pasa afuera, pero la parte externa del cristal es un espejo y nadie te ve a tí, solo pueden ver el reflejo de ellos mismos y su vida.

Todo el mundo (familiares y amigos) sigue su vida como si nada.

Desde que me convertí en la cuidadora de mi padre, incorporé la práctica del journaling (escribir en un diario) para expresar mi frustración y dolor. El método que utilizo para escribir, es como si estuviera hablando con un amigo. Mi journal me da respuestas y consejos como lo haría un buen amigo y me ayuda enormemente a no sentirme sola.

Suena loco, pero es cierto.

Uso mi diario como plataforma para encontrar respuestas, manejar tus emociones, bosquejar estrategias de cuidado, planificar proyectos, mejorar la comunicación con los médicos de mi padre, y por consecuencia, me ayuda a ser una cuidadora más efectiva.

¡Escribir es terapéutico!

Comienza por permitirte frenar un momento, respirar profundamente, organizar tus ideas, calmar tu estrés y te da la oportunidad de conectarte con tu “yo” interior. Puedes redescubrir lo maravillosa que eres, los talentos que tienes, los sueños que todavía viven en tu interior.

Acá donde vivo hay un decir: “yo y misma” cuando una se encuentra sola, pero planifica hacer algo que generalmente se hace con otras personas, pues en este caso, yo me reúno con “misma” y el cuaderno y hablamos, nos reímos, hacemos planes, debatimos ideas y mucho más.

No tiene caso, deprimirse por sentirse solo… Ojo! No digo que no pasa, porque de que pasa… ¡pasa! Hay momentos en que sentimos que ya no podemos más, que somos nosotros contra el mundo, es entonces cuando los memes de las redes sociales que dicen: “Dios le da las grandes batallas a sus mejores guerreros” nos hacen pensar: “en momentos como estos no quiero ser una guerrera”.

Es necesario aprender a batallar, pero contra el estrés, contra los pensamientos negativos y de derrota que nos atacan en algunos momentos (a todas, a mi también me ha pasado).

Si eres una cuidadora y has dicho “ya no puedo más” en alguna ocasión quiero hablar contigo, separa una sesión informativa, es gratis y corta (de aproximadamente 15 minutos) y descubriremos si trabajar juntas es una buena opción para ayudarte a alcanzar la estabilidad emocional que tanto anhelas. Puedes separar tu espacio aquí.


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